Exposición que reúne más de 60 obras representativas de la producción del artista (Lima, 1928).
Formado inicialmente en la antigua Escuela de Ingenieros de Lima (1945-1949), obtuvo el Gran Premio de Arquitectura de 1949. Sin embargo, su vocación por la pintura lo llevó a presentar una primera y exitosa exposición personal en 1950. Esa orientación se vio confirmada en Europa a lo largo de los años cincuenta, mientras asistía a talleres libres en París y frecuentaba a artistas de la talla de Marcel Duchamp, Man Ray y Salvador Dalí. Su vasto itinerario artístico, entre Francia, Italia, España y Estados Unidos, está marcado por la participación individual y colectiva de Rodríguez Larraín en algunas de las galerías y de los museos de arte moderno más prestigiosos de esos países.
:: @ Galería G. Krüger ICPNA
Av. Angamos Oeste 160 Miraflores
L-S 11h a 20h
Curador: Luis E. Wuffarden
::Emilio Rodríguez Larraín (Lima, 1928) es reconocido unánimemente como uno de artistas peruanos más innovadores, versátiles y cosmopolitas del Perú contemporáneo. Simultáneamente pintor, escultor, arquitecto e instalacionista, pertenece a la generación que planteó la modernidad como ruptura con las tradiciones localistas, para vincularse directamente con la vanguardia internacional no figurativa y con el espíritu original del surrealismo.
Formado inicialmente en la antigua Escuela de Ingenieros de Lima (1945-1949), obtuvo el Gran Premio de Arquitectura de 1949. Sin embargo, su vocación por la pintura lo llevó a presentar una primera y exitosa exposición personal en 1950. Esa orientación se vio confirmada en Europa a lo largo de los años cincuenta, mientras asistía a talleres libres en París y frecuentaba a artistas de la talla de Marcel Duchamp, Man Ray y Salvador Dalí. Su vasto itinerario artístico, entre Francia, Italia, España y Estados Unidos, está marcado por la participación individual y colectiva de Rodríguez Larraín en algunas de las galerías y de los museos de arte moderno más prestigiosos de esos países.
Entre otras distinciones, ha obtenido el Premio Moncloa (Lima, 1955), el Premio de la Fundación William y Noma Copley (Chicago, 1955), el Premio de Europa (Ostende, 1972) y la Beca de la Fundación J. S. Guggenheim (Nueva York, 1976). Participó representando al Perú en las Bienales de Venecia de 1964 y 1972.
Su gran monumento o memorial destinado al desierto de Ica, concebido en 1972 pero nunca realizado, sería quizá el primer paso para su regreso definitivo al Perú, que sólo se produjo en 1981. A partir de entonces su trabajo alterna la pintura basada en el “azar dirigido” con la escultura y los proyectos escultórico-arquitectónicos, que a menudo retoman los materiales ancestrales peruanos como la piedra y el barro.
Rodríguez Larraín se integra hoy a una distinguida lista de artistas nacionales entre los que también se encuentran Fernando de Szyslo (1962), Alberto Dávila (1964), Venancio Shinky (1966), Ricardo Grau (1968), Tilsa Tsuchiya (1970), Adolfo Winternitz (1973), Carlos Quizpez (1982), Sabino Springett (1990), David Herskowitz (1996), Jose Tola (1998), Gerardo Chavez (2000) Julia Navarrete (2002) y Jorge Eduardo Eielson (2004).
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